Publicado el 2 de septiembre de 2025
Caserit@s, cuando empieza a hacer frío, el cuerpo pide algo calientito y el corazón también. Las tardes acogedoras se disfrutan más cuando hay una bebida caliente en mano, un postre sencillo pero hecho con cariño, y lo mejor: la familia reunida, aunque sea solo por un rato.
No se necesita gastar mucho ni ser un experto en la cocina. Con ingredientes simples y productos que se encuentran fácilmente en MASS, se pueden preparar momentos ricos, abrigadores y especiales. Aquí van tres ideas prácticas para lograrlo, combinando bebidas calientes y postres caseros que no fallan.
En una tarde fría, nada mejor que una taza humeante para empezar una conversación. Una infusión de hierbaluisa, manzanilla o canela con clavo siempre cae bien. También se puede preparar un buen café casero o un chocolate espesito con leche.
Para endulzar, nada como el azúcar rubia El Granelito, que tiene ese saborcito casero que nos recuerda a la casa de la abuela. Además, viene en presentaciones prácticas: desde el paquetito de 650g hasta el saco de 4 kg, ideal si se consume bastante o se hornea seguido.
A veces, un chorrito de vainilla, un poco de ralladura de naranja o unas gotitas de miel pueden transformar una bebida sencilla en algo especial. También se puede espolvorear canela o cacao encima de la bebida, o acompañar con un pancito tostado con mantequilla. Ese detalle hace la diferencia y se siente el cuidado.
Cuando no hay mucho tiempo, el pan de molde SULI (blanco o integral) puede ser un gran aliado. Con unos huevos, leche y un toque de canela se puede preparar un clásico budín de pan. Se le agrega pasas o trocitos de manzana, se hornea y listo: un postre tibio, suave y perfecto para la hora del lonche.
Otra opción es hacer tostadas dulces al horno: se unta un poco de mantequilla en cada rebanada, se espolvorea con azúcar rubia El Granelito y canela, y se llevan al horno hasta que estén doraditas. Quedan crujientes por fuera, suaves por dentro y con un aroma espectacular.
Si hay peques en casa, hornear juntos puede ser una linda actividad. Con solo azúcar, harina, huevos y mantequilla, se pueden hacer quequitos, galletas o bizcochuelos simples. Se les puede dar formas, decorarlos o simplemente disfrutar del aroma que llena la cocina mientras se hornean.
Tener un paquete de azúcar El Granelito en casa siempre ayuda, porque además de dar sabor, tiene una textura ideal para batir y mezclar sin esfuerzo. Y al ser marca propia de MASS, siempre está a un buen precio.
Establecer una rutina como “los viernes de chocolate caliente” o “domingos de lonche especial” puede ayudar a tener algo que todos esperan con entusiasmo. Se puede prender una velita, apagar la TV y simplemente conversar. El secreto está en la constancia y en cómo, con pequeños gestos, se crean tradiciones.
Una idea divertida es armar un pequeño juego: cada integrante de la familia elige un ingrediente de la alacena, y juntos se inventa un postre o bebida con lo que se tenga. Puede salir algo tan simple como un sándwich dulce con pan de molde, plátano y miel, o unas galletas de avena con azúcar y canela.
La clave está en experimentar y pasarla bien, sin presión. Así no solo se disfruta el sabor, también el proceso. Y si se usan productos como los de MASS, mejor aún: son confiables, accesibles y están pensados para estos momentos caseros.
Caserit@, cuando el clima se pone fresco, el corazón pide abrigo, y ese abrigo también puede venir en forma de una taza de té caliente, un postre horneado con cariño o una buena charla mientras se disfruta una tostada crujiente. Las tardes acogedoras se construyen con detalles simples que nos hacen sentir en casa.
Y para que sea más fácil, en MASS siempre se encuentra lo necesario: desde el pan de molde SULI, las tostadas SULI, hasta el azúcar El Granelito, que son de calidad, ricos y con precios que ayudan a cuidar el bolsillo. Porque el calor del hogar también se puede saborear.
Persona disfrutando una bebida cliente.